Sesión 11/13

Página 3/4 : Introducción B: El fomento de las habilidades educativas en la práctica diaria

Introducción B: El fomento de las habilidades educativas en la práctica diaria

¿Cómo se puede preparar a los niños con las facultades necesarias para que completen con éxito las tareas en la escuela? En las actividades diarias, el juego y las relaciones, se pueden ejercitar las funciones básicas necesarias para estudiar.

EL PROGRAMA DIARIO DE ACTIVIDADES

Una base de trabajo muy útil es un programa diario de actividades con varias actividades diferentes.

Si los niños tienen problemas de atención, deberíais hacer períodos cortos de actividad concentrados, y después una pausa corta.

Si hacéis actividades de 20 minutos, alguno de los niños puede tener un rango de atención corto y desconectarse tras ocho minutos. Así que es mejor hacer actividades de 8 minutos y pausas de 5.

Antes de que hagáis el programa, podéis mirar a los niños en general y observar cuánto tiempo logran normalmente mantener la atención en lo que están haciendo.

SUGERENCIAS DE ACTIVIDADES

Aquí hay una serie de sugerencias de actividades. Por favor, pensad en vuestras propias ideas para apoyar estas funciones, es bastante sencillo dejarse inspirar los unos por los otros. También podéis pensar en juegos infantiles y canciones tradicionales de vuestra cultura, pues de hecho muchos de ellos son excelentes para ejercitar funciones básicas:

Los bailes folklóricos tradicionales combinan control corporal, coordinación, concentración, memoria, seguimiento de instrucciones verbales, etc.
Muchas canciones tradicionales para niños también tienen un elemento de control de los dedos mientras se cantan (“este fue a por leña, este le ayudó…”, etc.)
Otras canciones son muy buenas para ejercitar la memoria porque se tienen que recordar muchos versos.

El objetivo es que cualquier tarea práctica o rutina que tengáis, la podéis relacionar con el niño de forma que fomente estas funciones.

LA RELACIÓN ESTÁ POR ENCIMA DE LA TAREA – EL CONTACTO POR ENCIMA DE LA ACTIVIDAD

También podéis usar la regla de que construir la relación es más importante que presentar la tarea:

Por ejemplo si queréis interesar a un niño en un libro o juguete, comenzáis haciendo que os mire, llamando su atención y haciéndole sentir seguro antes de señalar al juguete o al libre. De esta forma, hacéis una mini base segura de apoyo de la exploración y el estudio.

Bebés y niños pequeños (1 y 2 años):

En este video podéis ver que la cuidadora toca a menudo al niño, y mientras lo hace, trata de hacer que él la mire y atraer su atención y establecer contacto visual. Su voz expresa lo que siente y las palabras se corresponden con el sentimiento. Ella habla también sobre cómo cree que el bebé se puede estar sintiendo. A largo plazo esto ayuda al bebé a saber lo que siente y le hace capaz de describírselo a otros.

Niños de dos años en adelante:

Cuando os sentáis y le habláis a un niño (podéis arrodillaros para quedar cara a cara o sentaros en sillas), sujetad su mano o tocad su hombro mientras lo hacéis. Entonces hablad sobre lo que vais a hacer juntos y cómo hacerlo, y después comenzad la actividad.

En cualquier cosa que hagáis podéis tratar de mantener el interés del niño un poco más cada vez para prolongar la concentración.

Por ejemplo comiendo: En lugar de simplemente comer, podéis decir: “Oh,¿te has dado cuenta de que este trozo de carne está un poco duro y está muy sabroso por la sal? ¿Te gusta su sabor o no?”

O:

“Este libro pesa mucho, ¿lo notas? Y “¿cuántos colores ves en esta imagen? ¿quieres que los contemos?”

Esto también fomenta la habilidad del niño de prestar atención a las cosas que puede sentir y a comprender incluso las diferencias pequeñas entre cosas (sentido estético).

Estos ejercicios deberían ser siempre lúdicos y de espíritu festivo. También podéis hacerlos como ejercicios grupales: un grupo de bebés o niños pequeños pueden sentarse en el suelo en un semicírculo alrededor de la cuidadora, cantar e imitar lo que ella hace, mirar mientras habla de algo que tiene en la mano, o escuchar un cuento.

La cuidadora trata de ayudar a todos los niños a fijarse y concentrarse en lo que está haciendo. También puede preguntar la segunda vez que haga la actividad: “¿Os acordáis de lo que hicimos la última vez? – ¿quién me lo puede decir?”

Para el reconocimiento se puede jugar a “cucú – tras” con los bebés, o mostrarles juguetes que después se esconden, y se deja que los bebés gateen hasta encontrarlos.
Para los niños pequeños puede hacer lo mismo o jugar al escondite con ellos. Esto les ayuda a entender que la cuidadora existe y ofrece seguridad incluso cuando está fuera de la vista.
Puede mostrar cosas, luego esconderlas y pedir a los niños que describan lo que ven, qué colores tienen, cuánto pesan, etc. para potenciar la memoria y el reconocimiento.
Puede tomar varios objetos, colocarlos en el suelo y preguntarles a los niños uno por uno para que aprendan a esperar su turno: “¿Me puedes decir cuál es mayor y cuál más pequeño?” “¿Y tú, me puedes decir cuál es cuadrado y cuál redondo? – “¿Y tú, cuál es blandito al tocarlo y cuál está duro?” – “Y tú ¿qué crees que pasará si pongo este juguete encima de este otro?”. De esta forma se ejercita la tolerancia a la frustración (debes esperar tu turno), la predicción de relaciones entre cosas (qué pasará si pongo uno sobre otro), y las diferencias entre cosas (blando, duro, suave, frío, cálido, etc.)
Se puede jugar con los niños en las relaciones entre ellos: “Ahora todos estáis contra la pared y yo estoy aquí. ¡El que pueda moverse más despacio hasta mí gana el premio!” – “El que llegue a mí el primero gana el premio” – “El que pueda llegar hasta mí marcha atrás sin mirar por encima del hombro gana el premio” – “El que pueda llegar a mí el tercero gana el premio”.
Pueden hacerse distintas expresiones faciales (enfadado, triste, contento, pensativo, lloroso, atento…) y hacer que los niños encuentren palabras que describan los sentimientos.
Se puede pedir a los niños que adivinen qué están sintiendo o pensando otros niños. Como en el juego “¿en qué animal estoy pensando?”, y el niño puede preguntar cuántas patas tiene, si tiene dientes, si vive en el agua o en la tierra, la cuidadora responde sí o no, hasta que uno de ellos lo adivine.

DISCUSIÓN DE GRUPO

Por favor discutid libremente durante 20 minutos y anotad todas las sugerencias:

¿Cómo podemos hacer un programa de actividades que incluya el ejercicio de estas funciones?
¿Durante cuánto tiempo pueden concentrarse nuestros niños a día de hoy? En consecuencia, ¿qué duración deben tener en general las actividades y las pausas para detenernos antes de que los niños estén agotados?
Cuando tengan las pequeñas pausas, ¿cómo podemos dejarles usar su cuerpo libremente (correr, dar saltitos, balancearse, saltar a la comba u otras actividades físicas)?
¿En qué actividades podemos prolongar la concentración?
¿Qué actividades les pueden ayudar a observar las personas y objetos, y encontrar en qué deberían fijarse y qué no es importante?
¿Qué actividades les pueden ayudar a reconocer a las personas y objetos?
¿Qué podemos hacer para ayudarles a entender las diferencias entre sensaciones (frío/caliente, brillante/oscuro, blando/duro, agrio/dulce, pesado/ligero, arriba/abajo, hacia delante/hacia atrás, etc)?
¿Qué podemos hacer para combinar palabras y emociones?
¿Qué podemos hacer que haga al niño preguntarse y tratar de adivinar los sentimientos y pensamientos de otros?
¿Qué podemos hacer para ejercitar gradualmente los niveles de frustración y excitación que el niño puede soportar (esperar por su turno, esperar por la palabra “ya” para empezar a correr, etc)?

PRUEBA DE COMPRENSIÓN

¿Por qué a menudo los niños ubicados fuera de su hogar no reciben educación más adelante en su vida?
¿Cuáles son las funciones básicas para el aprendizaje? – cuándo y de quién se comenzamos a aprenderlas?
¿Qué deberíamos considerar en relación al tiempo cuando hacemos un programa de actividades?
¿Cuáles son las funciones básicas que se pueden ejercitar en cualquier actividad?