Sesión 7/13
Página 2/4: Introducción al tópico: Tener muchas fuentes de desarrollo de la identidadIntroducción al tópico: Tener muchas fuentes de desarrollo de la identidad
Generalmente es confuso para los niños ubicados fuera del hogar sentirse vinculados a muchas personas diferentes y a distintos estratos culturales. Con frecuencia sus apegos se han roto abruptamente en situaciones en las que el niño estaba muy asustado. Por ejemplo el niño puede haber sido sacado a la fuerza por autoridades mientras los padres estaban desesperados o enfadados, o uno de los padres puede haber muerto o haber quedado insatisfecho cuando la separación tuvo lugar. Muchas veces se sienten divididos entre la lealtad hacia sus padres y al equipo de su centro.
Este tipo de experiencias infantiles hace incluso más difícil para el niño crearse una idea clara de quién es y a dónde pertenece. Los niños se identifican con sus padres y frecuentemente se forman una idea confusa o negativa acerca de sí mismos si no reciben ayuda. ¿Cuáles son los problemas, y cómo ayudar a los niños a desarrollar una idea positiva de sí mismos mientras están en acogimiento residencial?
PERTENECER A “DOS FAMILIAS”: LA LEALTAD Y LOS CONFLICTOS DE IDENTIDAD
Un niño – especialmente si a su llegada a la institución era mayor de tres años – ya tiene formados vínculos con sus padres. Desde nuestra perspectiva estos vínculos pueden ser disfuncionales y llenos de miedo y ambivalencia. Los padres biológicos pueden ser incapaces de proporcionar cuidados, pero en cualquier caso estos apegos son una parte importante de la identidad del niño.
Cuando son atendidos en acogimiento residencial, el niño afronta con frecuencia un conflicto de lealtad: “¿Estoy vinculado a mis padres – pero ahora el equipo me ofrece atención y cuidado. ¿Cómo puedo recibir esto sin sentirme culpable o un traidor hacia mis padres?”
Este conflicto en el niño puede ser incluso más doloroso si los padres biológicos tienen asuntos sin resolver (ira, celos) hacia los cuidadores profesionales, viéndolos como alguien que les está robando el corazón de su niño. Es difícil decidir que otros deben cuidar de tu niño y más aún si la nueva ubicación cuenta con más recursos.
LAS PRIMERAS REACCIONES DE LOS CUIDADORES PROFESIONALES Y DE LOS PADRES BIOLÓGICOS
Si, en atención residencial, recibís a un niño que ha sido expuesto a la violencia o a la negligencia es natural sentir rabia y enfado hacia los padres biológicos que pueden haber expuesto al niño a eventos terribles, o quienes son incapaces de mantener las citas para visitar y contactar con su niño. Otra reacción natural es tener esta actitud: “Vamos a olvidarnos de tus padres y simplemente hacerte sentir seguro con nosotros”. Esta puede ser una buena idea para los primeros momentos, cuando el niño es está estableciendo en la institución y se siente seguro. Después de este período, los diálogos abiertos sobre tener dos grupos de cuidadores son necesarios para el desarrollo de la identidad.
Como se describe en otras sesiones, los niños muy jóvenes tienden a formar vínculos con los cuidadores después de algún tiempo. Si esto ocurre, el niño puede incluso empezar a llamar a los miembros del equipo “mamá” y “papá”. Podéis aceptar esto – sabiendo que cuando el niño crezca se debe encontrar una manera de comprender su origen.
Estos sentimientos naturales en los profesionales, hacia los padres que han privado a su niño o sido negligentes deben ser resueltos – y esto lleva tiempo – a fin de no colocar al niño en un intenso conflicto de lealtad dividida. Es importante entender que cualquier ira o resentimiento contra los padres biológicos será percibido por el niño como rabia contra una parte de la propia identidad del niño.
Un niño en una institución puede denunciar intencionadamente a sus padres o tratar de olvidarlos, pero el precio de esto será que tendrá de dividirse en una parte unida a sus padres y otra parte unida a los cuidadores, sin ser capaz de unir estas dos partes en un concepto claro de sí mismo. Tarde o temprano esto será un problema para el niño, especialmente en los años de la adolescencia, cuando la persona trata de formar una identidad adulta. Según crece el niño y entiende más de sí mismo y los otros, debe continuamente construir una nueva idea sobre su identidad y orígenes, así que este es un proceso que puede llevar muchos años.
MOSTRAR RESPETO POR EL NIÑO RESPETANDO A SUS PADRES
La investigación muestra que los conflictos entre los padres y los cuidadores profesionales son dañinos para el desarrollo del niño – independientemente de lo que se trate el conflicto.
Vuestras actitudes hacia los padres son también un mensaje al niño acerca de si puede respetarse a sí mismo y sentirse orgulloso de quién es – las actitudes negativas hacia los padres producirán una autoestima negativa en el niño. Es una de las tareas más difíciles como profesional el desarrollar una imagen verdaderamente positiva de los padres biológicos para ayudar al niño.
DISCUSIÓN DE GRUPO
- Cuando recibisteis al niño en vuestra institución, ¿qué sentisteis hacia sus padres?
- ¿Qué problemas visteis en el niño que podían haber sido causados por la falta de atención parental?
- ¿Cómo explicasteis al niño vuestra visión de sus padres?
- ¿Qué es más difícil para vosotros a la hora de aceptar a los padres o ver sus cualidades positivas?